miércoles, 21 de mayo de 2014

25 de Mayo: abstenerse no es una opción

En pocos días habrá terminado la campaña para las Elecciones Europeas y previsiblemente se producirá una gran paradoja. Ante una de las citas electorales más importantes que tenemos se estima una abstención del 60,3%, o lo que es lo mismo: la política europea, las imposiciones, los recortes, las ayudas y las directrices que marcarán nuestro día a día durante los próximos quince o veinte años lo decidirá una minoría que no llega a representar ni al 40% ¿se imaginan una comunidad de vecinos regida solo por lo que opinen los de la segunda planta y algunos de la tercera?

La abstención es un fracaso de la política que no ha querido, no ha sabido, o no ha podido concienciar y movilizar a la gente. Los dos grandes partidos, por el motivo que sea,  han abandonado su responsabilidad de explicar a la gente qué es Europa, en qué afecta a los ciudadanos y qué proyecto nos ofrecen. Lejos de eso, se han enfrascado en un decepcionante “y tú más”,  en promesas vacías de cambio o de continuidad según el color de quien te lo diga.  Hace falta más Europa predican a una población dolorida, vejada,  desilusionada, cansada de imposiciones que no entiende, de tantas injusticias que no se merece y harta de que la culpabilicen de los errores que han cometido otros y de la dejadez de los que le vuelven a pedir su confianza.

El no votar el día 25 también es un fracaso de la ciudadanía en su conjunto que renuncia a uno de sus derechos fundamentales. Es muy cómo criticas y quejarse sin hacer nada.  Luego llegarán los reproches,  las quejas y las protestas en los bares con los amigos, en el trabajo ante algún abuso de la empresa,  o un despido,  Se hablará de una casta política que no nos representa y criticaremos sus privilegios y nuestra falta de ellos sin querer asumir que nosotros, con nuestra dejadez,  o con nuestra inercia, somos en parte corresponsables de la situación.

Es el momento de cambiar, de ser conscientes de nuestra responsabilidad y asumir que el poder de la gente es la fuerza que se necesita para impulsar políticas más justas y sociales. La abstención el 25 de mayo no es una opción pues hace falta elegir con el voto qué modelo queremos, si más Europa u otra Europa. Una Europa de los ciudadanos, que vuelva a ser aquello que estuvimos a punto de alcanzar: vanguardia de derechos y de justicia. Una Europa construida entre todos y no impuesta para satisfacción de unos pocos. Pero tras el impulso inicial del voto hace falta el empuje de la ciudadanía, su exigencia y su apoyo para conseguirlo.