domingo, 15 de diciembre de 2013

Debería hacer un comentario breve pero, si ya de por sí es difícil, la frustración que genera este tipo de noticias hace que se me quiten las ganas de intentarlo. Digo frustración pues es el resultado al que me lleva la indignación de lo sucedido y la impotencia que se siente. ¿Os acordáis del comentario del Ministro Arias Cañete? Sí, aquel de comer yogures caducados! No insinúo nada ni voy con segundas. En aquellos días se intentó abrir un debate sobre permitir la venta de comida caducada pero en buen estado (espero), a un precio inferior para ayudar a los necesitados y no tirar tanta comida. Al final no prosperó. 
Tres personas muertas, una de ellas de 14 años y una cuarta de 13, ingresada, por supuestamente comer malos alimentos. Personas que se suicidan al ser deshauciadas; enfermos que dejan de tomar la medicación por elegir entre eso o pagar la hipoteca; y mientras, el señor Arias Cañete, por cierto el Ministro más rico de todo el gobierno, comiéndose un yogur caducado de vez en cuando; Mariano Rajoy diciendo que una familia puede vivir dignamente con un contrato de formación (490 €) cuando él no supo responder cuánto ganaba antes de ser presidente del Gobierno; o una ironía más cercana aún: El Banco de Alimentos, Cáritas y Cruz Roja diciendo que no dan a basto para atender necesidades primarias y el Ayuntamiento de Salamanca decide cambiar la luz de su fachada este año con 78.000 €. Que es verdad que no solo de pan vive el hombre y los presupuestos municipales son para muchas cosas pero... ¿2014 era el mejor año para ello? Bueno, de eso ya hablaremos.


http://www.eldiario.es/politica/intoxicacion-alimentaria-provoca-miembros-familia_0_207179598.html