sábado, 4 de enero de 2014

EN EUROPA COMIENZA LA RECONQUISTA DE NUESTROS DERECHOS


EN EUROPA COMIENZA LA RECONQUISTA DE NUESTROS DERECHOS.

Nunca me resultó tan fácil titular algo. 

Las Elecciones Europeas siempre se han visto por los ciudadanos como secundarias, algo intrascendente, lejano y desconocido pues el Parlamento Europeo, era percibido como esa institución a la que recurren los partidos (PP y PSOE) para dar un exilio dorado a los que deben un favor, o apartar a figuras molestas.
Pero la experiencia de la crisis, estos últimos cuatro años en concreto, nos ha demostrado que la política europea es fundamental y que tiene una repercusión igual de directa en nuestras vidas que la política nacional. Por eso hay que acudir a votar.
En Europa, (¿en qué se ha convertido Europa?), se imponen medidas y leyes injustas que reprimen una sociedad en ara de una sacrosanta estabilidad económica, que garantice el pago de una deuda injusta e impuesta. Esa presión sufrida en Grecia, Irlanda o Portugal con un rescate formal; y en España con un secuestro de las libertades a través del reformado artículo 135 de la Constitución Española, prodecen del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea (CE). Son esos hombres (y mujeres) de negro, la denominada Troika.
Instituciones desvirtuadas de sus funciones originales, que no son elegidas ni votadas por la ciudadanía y que por tanto no tienen que rendir cuentas ante nadie excepto a sus amos.
A nosotros, a las persdonas de calle, las únicas armas que nos quedan para defendernos son nuestra conciencia, nuestra memoria y nuestro voto. El Partido de la Izquierda Europea, del que forma parte Izquierda Unida, lleva años denunciando estos abusos y se perfila como la única candidatura capaz de enfrentarse a la Troika pues no forma parte de ella.
Por eso es importante la memoria, la conciencia y el voto de cada votante.
Europa sí, una Europa solidaria, respetuosa con el medioambiente y abanderada de los Derechos Sociales, que son Derechos Humanos. Ese es el capital que la Unión Europea tiene que defender sin renunciar a ninguno de ellos si quiere sobrevivir y competir en este mundo globalizado.

EUROPA SÍ, PERO NO ESTA EUROPA