martes, 28 de enero de 2014

Un problema que afecta a todos

Suele pasar. Uno se sienta delante del ordenador pensando cómo plasmar sus ideas sobre un tema que le parece interesante y acaba hablando de otra cosa. Predispuesto a redactar algún comentario sobre la grave crisis que debe sufrir el sector de la compra-venta  de arte, y la ayuda imprescindible que el Ministerio de Cultura considera que debe prestar a los pobres marchantes, coleccionistas y blanqueadores de capitales al rebajar el IVA del 21 al 10%, leo en la prensa local el un nuevo tiroteo, el segundo en 24 horas -el tercero en menos de quince días, no lo olvidemos- hace saltar todas las alarmas
Dos cosas me llaman la atención:
Todos los diarios, salvo éste en el que escribo, publican la noticia en la sección de Sucesos y no en Local. Esto significa que la gran mayoría de la prensa, al igual que una parte importante de la sociedad salmantina, considera estos hechos como algo anecdótico y excepcional, En ninguna parte aparecen expresiones  tipo “desigualdad social” o “preocupación ciudadana”, algo que denote un interés por parte de las y los vecinos de Salamanca más allá del barrio afectado. Tal vez esto sea debido a que los “sucesos” se han producido en barrios donde el abrigo de visón y el pañuelo de seda no se estilan habitualmente, y tal vez, solo tal vez, a que no han sido protagonizados por un individuo de color fácilmente identificable y vulnerable.
Marginar el barrio de Buenos Aires y darlo por perdido, mirar para otro lado y pensar que generando un gueto vamos a quedar a salvo, no soluciona el problema sino que ayuda a perpetuarlo. Prueba de ello son los altercados violentos en Pizarrales, Buenos Aires y San José, acompañados, y no es algo casual, del deterioro de los servicios públicos en estos barrios.
La situación es complicada y por eso requiere el compromiso y la responsabilidad no solo de las autoridades, casi ausentes hasta ahora, sino de toda la ciudadanía. No se puede considerar la problemática existente en algunos barrios como parte de la crónica negra salmantina si se quiere revertir esta situación. Las asociaciones de los barrios más afectados deben de organizarse frente común que conciencie al resto de vecinos y vecinas de que es un problema que afecta a todos. Los agentes sociales han de apoyarse en grupos locales, organizaciones, fundaciones… para ser capaces solucionar la situación de pobreza y exclusión que en muchos casos se vive. Está claro que conseguirlo no es fácil. El movimiento ciudadano debe de sentirse respaldado por un compromiso firme del Ayuntamiento que se visualice en infraestructuras y planes de desarrollo y estímulo.
Con estos tres pilares: concienciación colectiva, impulso ciudadano y respaldo político, estaremos creando una buena base para mejorar la ciudad.